viernes, 15 de agosto de 2008

la corta historia de una niña que era "corta"

Madelein era lo que actualmente se conoce como “tonto comunis” . Es más, cuando le preguntaban su nombre, respondía Madalena y salivaba cantídades astronómicas de agua pensando en tan jugoso dulce pero como era tonta y no sabía tragar , se le hacía una bola de saliva tan grande en la garganta que casi siempre necesitaba ayuda para no ahogarse.

Madelein por suerte era guapa, aunque un poco hortera, tenía una especie de daltonismo que no la permitía combinar colores de forma conforme .Al cumplir los 20 años un diseñador la vió por la calle y a cambio de dos canicas la puso a trabajar en su taller. Tras un par de años, y gracias a los golpes de gilipollez que sufre la alta burguesía , se quiso creer que Madelein aportaba a la moda algo totalmente innovador y se hizo de oro.
Su mentor, corroído por la envidia le habló por teléfono de un pastel gigante lleno virutas de coco y…murió.


El no pago por ello.

FIN

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