El monstruo

Como cualquier ciudadano de pro, tengo un monstruo debajo de la cama…O por lo menos eso es lo que él me argumentó para venirse conmigo cuando me emancipé.

-Si quieres ser una ciudadana de bien, me debes llevar contigo.-Dijo el muy mamón.

Nunca he terminado de creerlo y nunca he sido de creer en estas cosas pero como decía mi abuela, más vale prevenir que curar..

Desde que era muy pequeña, el monstruo ha estado conmigo, eso si, hasta que descubrimos la diplomacia, nuestra convivencia consistía en putearnos mutuamente.

Al principio el estaba a sus anchas y se lo pasaba en grande despertándome a las tantas de la mañana con gritos guturales de ultratumba, alaridos, pedorretas y simulaciones de terremotos localizados. Por entonces yo me limitaba a taparme con la manta y cagarme de miedo, claro esta.

Una noche por error, tras una excursión escolar al campo, un par de calcetines roñosos, apestosos y tiesos, se deslizaron bajo mi cama. A eso de las dos de la madrugada, noté un temblor bajo el colchón y poco a poco, distinguí que lo que yo creía que serían los típicos alaridos, eran sollozos de desesperación y angustia.

-NOOOOoooooooooo!!-chillaba en tono agónico la criatura.
-JODEEeeeeeeer, NOOOOOOO!-repetía sin cesar.

A los 15 minutos, harta de escuchar todo tipo de blasfemias y burradas varias, decidí echar un vistazo debajo de la cama. Allí estaba, encogido bajo el cabecero, una criaturilla febril y amarilla por la peste que emanaban mis sudorosos calcetines. En ese momento supe que era tener poder.

-Creoz que tuz y yoz ,deberiazmoz crearz un acuerdoz! Le solté, con mi dentadura aún mellada y media sonrisa.

Y hasta hoy.

Ahora, tras 28 largos años, vive aún conmigo en un piso de Carabanchel alto y me pregunto…¿cómo coño se capa la red wifi? es que creo que el jodio ,me roba Internet!

:S


FIN